Pienso en mi país como en un lugar que construye sus propias ruinas. Pero no objetos que dan cuenta de un pasado glorioso, sino ruinas como restos de un pasado que no tuvo lugar. Objetos obsoletos que no tuvieron función alguna y solo dan cuenta de una temporalidad desfasada: la pervivencia del pasado en el presente. Paredones cocidos a balazos, esculturas decapitadas, bronces profanados, puentes que no conectan. Objetos que han sufrido en carne propia los avatares de la historia y ahora se ofrecen como evidencia.

La fotografia Evita, incluida en esta selección, es la que condensa de manera mas elocuente las ideas que fundamentan el trabajo Bruma y probablemente muchas de las ideas que justifican mi apuesta a la fotografía como lenguaje y como herramienta. En el centro de esta imagen permanece estoica la escultura que representa a Eva Duarte, primera dama, sin cabeza, sosteniendo entre sus manos el escudo peronista. En 1955 con el golpe de estado que destituyó al entonces presidente Perón, se prohibieron nombres, palabras, canciones e imágenes vinculadas a su gobierno y a su persona. Y sobre todo, a la de su recientemente fallecida esposa, Evita. Mientras su cuerpo embalsamado esperaba resguardado la construcción de lo que sería su mausoleo, un comando militar secuestró su cadáver. Un segundo comando irrumpió en el taller del escultor italiano Leonne Tomassi, que trabajaba en la escultura principal que estaría emplazada en la entrada del futuro panteón. Los militares decapitaron la figura de mármol y la arrojaron al Riachuelo. Del fondo del río fue recuperada cuarenta años después para ser emplazada en la quinta 17 de Octubre, donde Perón y Evita pasaban sus fines de semana. Allí se construyó, en 2006, el mausoleo donde finalmente Perón retornaría a su lugar de descanso preferido. La jornada del traslado de los restos del ex presidente terminó con el enfrentamiento a los tiros entre distintas facciones del peronismo. La escultura profanada de Evita fue entonces, nuevamente, testigo y protagonista de una historia interminable de posiciones irreconciliables, de antagonismos y violencia.